El propagandista oficial del PSOE, Enric Sopena (Enrique hasta 1976), es conocido, fundamentalmente, por dos cosas: su expresión permanente de mala leche y su afición por repartir carnets de demócrata. Sabemos, gracias a sus numerosas soflamas televisivas y a los artículos de opinión que vierte en su panfleto online, que personas que se juegan la vida en el País Vasco como Jaime Mayor Oreja, María San Gil, Nicolás Redondo Terreros, Rosa Díez o -incluso- el ex presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, José Alcaraz, no son en absoluto demócratas.
Lo que no podíamos imaginar es que un hombre como Jesús Neira, que estuvo a punto de morir por defender valerosamente a una mujer que estaba siendo maltratada en la calle, era un diabólico personaje de la extrema derecha. Así es. Según el último artículo del señor Sopena, el profesor Neira no es un demócrata. ¿Su pecado? Aceptar un cargo público en la administración de Esperanza Aguirre.
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