La peor película que jamás he visto

Lo confieso. Me gustan las películas de terror adolescente. Me encantaron Scream y Leyenda Urbana, y disfruté viendo Sé lo que hicisteis el último verano. Sus tramas son tan creíbles como las promesas de Zapatero, pero al menos esas películas tienen argumento, un esquema definido y un final más o menos coherente. Además de que son bastante entretenidas.

Lo que me he encontrado hoy, sin embargo, casi me deja en coma. Se trata de la película Escapando de la Oscuridad (Soul Survivors).

Con un reparto más que aceptable (Wes Bentley, ganador de varios premios por su papel en American Beauty; Casey Affleck, nominado a un Oscar; o Eliza Dushku, secundaria de la divertida A por todas), el producto final resulta ser una auténtica bazofia.

Hacer una sinopsis de algo que no tiene argumento es bastante complicado, aún así intentaré resumir un poco de qué va la cosa. Típica y descerebrada pandilla de jóvenes americanos se ve implicada en trágico accidente de coche con aparente muerte de uno de sus componentes. El fiambre resulta ser el guapo novio de la rubia y angelical protagonista. Traumatizada y confusa por ser ella la que conducía el vehículo, nuestra tonta heroína empieza a tener extrañas visiones que la conducen a cometer todo tipo de imprudencias. Y es que, como suele ocurrir en este tipo de películas, la chica no para de meterse en situaciones que cualquiera intentaría evitar si estuviera siendo perseguido por un maníaco: véase ir sola a nadar a la piscina, salir a pasear por el campus a las tantas de la madrugada, meterse en una biblioteca vacía, quedarse encerrada en un almacén, etcétera, etcétera. El final (el cual se intuye segundos después de los créditos de apertura) acaba siendo una especie de mezcla entre El sexto sentido, Pesadilla en Elm Street y, por qué no, Al salir de clase.




Una verdadera estafa, empezando por la propia carátula de la cinta y acabando por el falso reclamo de que estamos ante una película de terror. Los sustos brillan por su asuencia y la composición de los personajes en la foto de la portada no se corresponde ni en lo más mínimo con su protagonismo dentro de la obra. Por no hablar del misterioso rostro que aparece al fondo de la imagen, el cual no he sido capaz de identificar en ninguno de los más de 80 minutos que dura este disparate.

Como bien dice el título (o más bien su inconexa traducción al castellano), lo más sensato sería escapar de semejante bodrio.