martes, 14 de junio de 2016

El debate a cuatro




Rajoy

Presidencial y enérgico. Apenas entró en el cuerpo a cuerpo y se supo diferenciar de los otros tres. De hecho, la imagen que nos quedó a todos fue la de tres candidatos contra un presidente (hasta en la foto se situó a una distancia de seguridad del resto). Salió muy bien parado en general, incluso en la ronda sobre corrupción. La estrategia de los demás de decir que España está hecha unos zorros le ayuda: el estado de ánimo del país es que poco a poco nos vamos recuperando, y repetir que estamos al nivel de Somalia nos ayuda a recordar que hemos estado peor y que esa ténue recuperación económica se puede ir al garete si hay cambio. Si no hay sorpresas en la campaña, la mayoría de indecisos que quieran evitar otras elecciones le votarán a él.

Sánchez

Sabe que no va ganar las elecciones. Su principal misión es salvar los muebles del Partido Socialista, y para ello tiene que recuperar votos de Podemos. Por eso se tiene que centrar en Rajoy, que es el enemigo común de los votantes de uno y de otro. El más anti Rajoy se lleva el premio. Aún así, hizo un debate pésimo. ¿Cuántas veces recordó que había perdido la votación de investidura tras el 20D? ¿10? ¿Cuántos votos puede darte recordarle a la audiencia que eres una persona que pierde? Cero carisma y cero imagen presidencial. Lo único que puede salvarle es una movilización de última hora del electorado clásico socialista que sigue viendo con recelo a Podemos.

Rivera

Muy flojo. A estas alturas, soy incapaz de ver un debate o una intervención suya sin verle nervioso. Ayer casi parecía enfadado, me recordó un poco a Rosa Díez. Cayó fácilmente en la trampa de Rajoy cuando éste le preguntó si había cobrado dinero negro, entrando al trapo y poniendo esta chorrada a la altura de los sobres de Bárcenas. Llegó a decir que él no iba a formar parte de ningún Gobierno, reconocimiento implícito de que no aspira a ganar las elecciones. Mal si de lo que se trata es de motivar a tu electorado. En el lado positivo, logró poner a la defensiva a Pablo Iglesias con el tema de Venezuela, pero me temo que esto sólo favorezca la polarización del electorado entre PP y Podemos. Su decisión de no llevar corbata perjudicó al líder de Podemos porque no le permitió diferenciarse de 'los partidos del Ibex', pero creo que también le perjudicó a él.

Iglesias

La estrategia de repetir una y otra vez que Sánchez se equivoca de enemigo le salió bien. Parecía el verdadero líder de la oposición. Tengo la impresión de que aspira a eso y que realmente no le interesa ganar ahora las elecciones. Quiere esperar a una implosión del gobierno débil que salga de las urnas para poder presentarse como el auténtico salvador y ganar por margen. Esperad a ver una mejora en su imagen física, con corte de coleta incluido, en la próxima legislatura. En general, bastante bien. Se le vio muy a la defensiva cuando Rivera habló de la financiación de Podemos por parte de Venezuela, pero salió bien parado: supo hacer que nos olvidáramos de sus relaciones con un país que se ha ido a pique aplicando sus mismas políticas y centrásemos la atención en un tema de corrupción, con la cual el votante no identifica a Podemos.

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